jueves, 3 de junio de 2021

Oropesa Half

No era el objetivo del año, pero por fechas y facilidad logística, el Oropesa Half era el triatlón de larga distancia que mejor encajaba en el calendario después del aplazamiento del Ironman de Vitoria.

En cuanto a la preparación, la tarea ha sido sencilla, ya que con buena parte del entrenamiento del full hecho, simplemente había que reducir volumen y aumentar calidad para el half. Mentalmente, sin embargo, el golpe ha sido algo más duro de asimilar al no quedar más remedio que volver a ver cómo se esfumaba la ilusión de ser finisher en un Ironman de la franquicia por segundo año consecutivo, tener que alimentar de nuevo la cabeza con estímulos positivos en muy poco tiempo para no desaprovechar la preparación hasta la fecha, crear objetivos alternativos e intentar mantener la motivación intacta para afrontar esta nueva aventura con fuerza. ¿Tal vez sub5h?

Sobre el papel, tomo la salida desde la Playa de Morro de Gos con el 69º mejor tiempo de la natación. Rolling start, 4 triatletas cada 10 segundos. El mar está en calma y la temperatura es óptima para ir cómodo con el neopreno. Puede que algunos participantes no hayan sido del todo honestos con sus previsiones, pues en pocos minutos ya he alcanzado a demasiados triatletas que deberían ser más rápidos que yo. A la altura del faro, cojo unos pies que ya no soltaría hasta llegar, 31'13" (1'39"/100m) después, a la Playa de la Concha, con el 43º mejor tiempo del sector.

Transición rápida. Es hora de comprobar en competición las modificaciones del estudio biomecánico. El recorrido consiste en un circuito muy bien asfaltado al que hay que dar 4 vueltas, con zona llana desde Oropesa hasta Marina d'Or, y una ligera pero prolongada cuesta que se puede subir a plato pero que obliga a tocar algunos piñones por la CV-148 hasta una gran rotonda en el término de Cabanes. Soy capaz de mantener la velocidad constante desde el principio hasta casi el final, aun a pesar del viento que a partir de la tercera vuelta empieza a hacerse cada vez más presente. Llego a la T2 después de 2h30'45", a una media de 35.02 km/h.

Segunda transición algo más lenta de lo que debería. Me calzo las Mizuno e inicio el sector donde suelo remontar posiciones, mi especialidad, la carrera a pie. Hoy no será como un día más en la oficina. Ya desde los primeros metros voy con el freno de mano echado. La orografía del recorrido tampoco ayuda a que pueda soltarme: cuestas, escaleras, arena, césped. Decido ir sin referencias porque sé que el Timex va a mostrar la cruda realidad. Pasan las 12 del medio día, y al terreno hostil para las piernas, se unen a la fiesta un calor sofocante que te asfixia dentro del tritraje, y una escasa previsión en el número de avituallamientos para un día en unas condiciones tan duras.


Completo la media maratón en 1h43'50" (4'57"/km), con diferencia la más lenta de los cuatro half ironman en los que, con el de hoy, he sido finisher. Entro en meta en 4h50'38", consiguiendo ser por tercera vez sub5h, y con la sensación de haber competido en la media distancia con los parciales previstos para el full.


Queda todo un año por delante para seguir entrenando, repetir la preparación de los segmentos que han funcionado, y ver cómo se puede dar un toque de calidad extra en aquellos detalles que todavía tienen margen de mejora.

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