Bodas de Plata

Hoy era día de aniversario, el día en que en Gandía celebraba mi 25ª participación en un medio maratón. Los tiempos de los entrenamientos apuntaban a que era muy probable rebajar la marca que en su día conseguí en Xátiva en 2011, de modo que el objetivo era ser una vez más 'challenger' y desafiar una vez más el record para intentar rebajar algunos segundos mi mejor registro personal.

La mañana era estupenda, demasiado estupenda para llevar al organismo a sufrir durante cerca de una hora y media ritmos bastante altos de carrera con una temperatura que en ocasiones ha llegado a alcanzar los 30ºC y bajo un tremendo sol que a más de uno ha pasado factura. 

Yo creo que la organización ha tenido el fallo de hacer salir la media y los 10k a la misma hora desde el mismo lugar, ya que había demasiada cantidad de gente entre las dos carreras que sin ningún tipo de control se iban colocando detrás del arco a medida que iban llegando. Para salvar el montón de gente cuanto antes y poder correr tranquilamente he tenido que hacer una salida bastante rápida, pasando los tres primeros kilómetros por debajo de 4'/km. A partir de entonces la carrera ya ha empezado a tomar forma. Yo seguía rodando fuerte, tocando los 4'05''/km hasta aproximadamente el kilómetro 10. En este punto la carrera estaba muy estirada, no había apenas gente por donde yo estaba y la que había no llevaba ritmos constantes, por lo que no eran ni buenas referencias ni buenas ruedas para dejarse llevar algunos minutos. Esto me ha hecho ralentizar unos segundos por kilómetro el ritmo entre el kilómetro 11 y el 15. Ha sido entonces cuando he decidido arriesgar para terminar la carrera a mi manera, pues a malas referencias nada mejor que las propias sensaciones de cada uno. 

He vuelto a acelerar el paso para dejar atrás el grupo que me estaba mareando el ritmo y a entrar en tiempos buenos para pensar que el objetivo se podía conseguir. Durante toda la carrera he corrido sin pensar en el tiempo total que llevaba, sino en esos pequeños parciales que el Timex me permite ir controlando kilómetro a kilómetro. Pasado el km20, Birri, que esta vez había ido a Gandía como espectador, me ha pronosticado un tiempo cercano a la hora y 27 minutos. Me he llenado de energía y he hecho los últimos cientos de metros volando viendo que a lo lejos el crono me iba a dar una gran alegría en el día de mis Bodas de Plata con las medias maratones, cruzando la línea de meta con un tiempo real de 1h26'55'', con una media de 4'07''/km y con una rebaja de 46 segundos respecto a mi anterior marca personal.

Con este regalo termina la tercera de ocho semanas de preparación para la maratón de Castellón, en lo que se puede decir que ha sido un test con un resultado que indica que las cosas se están haciendo bien, una motivación extra para seguir entrenando bien y llegar al máximo nivel al día de este nuevo reto.