domingo, 27 de febrero de 2011

Una sorpresa inesperada


Desde que a finales de Diciembre volviera de mi viaje alrededor del mundo, y sobretodo después de dejar atrás una tremenda gripe que me obligó a aparcar el deporte por un tiempo, voy consumiendo semanas de kilómetros en el agua, las ruedas y las zapatillas de cara a un Ironcat que cada vez se va acercando más en el calendario.

Durante este tiempo he participado en algunas carreras (10k Divina Pastora, Trofeo Galapagos y una parte de la Maratón Clandestina) que he ido encajando en mi planning con el objetivo, no de buscar marcas personales, sino de utilizarlas como una parte del entrenamiento para de esta manera combinar la preparación en solitario con el ambiente de las carreras. Así ha sido hasta que ha llegado la VII Mitja Marató de Xativa...

Por tercer año consecutivo iba a la capital de La Costera para participar en una de mis carreras preferidas de la Provincia de Valencia. La idea era hacer un rodaje largo, quizas un poco más rápido que el año anterior... ¿Y por qué no hacer la táctica del Samaruc: ir aumentando el ritmo de carrera hasta el km15 y a partir de aqui tirar con lo que quedara en las piernas? Justo antes del disparo de salida me he decidido por esta opción, aunque no pensaba que fuera a aguantar demasiado, pues hace justo una semana corria los 30 primeros kilómetros de la I Maratón Clandestina de Valencia y no creía que el cuerpo fuera a estar recuperado del esfuerzo.

La idea era entrar más o menos en los tiempos que en su día hiciera en la Mitja del Samaruc, pero bien porque no he llevado un ritmo todo lo constante que debiera o, más seguramente, porque los kilómetros no estaban bien medidos del todo, hasta el km15 me estaba moviendo entre 4'05'' y 4'20''/km. A partir de aqui, he decidido dejar atrás el numeroso grupo que se suponía tenía que entrar por meta en 1h30' y olvidarme de la toma de referencias por kilómetro para lanzarme a la aventura en solitario; estaba bastante fresco y sentía que me quedaban bastantes fuerzas para llevar ritmos más altos sin necesidad de ir a rueda de nadie. Cuando he pasado por el km21, a falta de 97 metros para terminar la carrera, no podía creer lo que estaba viendo en el Timex, pues llevaba poco más de una hora y 27 minutos, un tiempo que me invitaba a pensar que tal vez pudiera volver a superarme una vez más. Un último esfuerzo me ha llevado a cruzar la línea de meta en 1h27'41'', mi nueva marca personal en un día que no pensaba hacer más que una tirada larga y en un escenario que nunca hubiera pensado que fuera a poder rebajar mi mejor tiempo en media maratón.

Mañana empieza una nueva semana del planning del Ironcat, concretamente la decima, la última del segundo de los cuatro bloques de entrenamiento. A ver si el cuerpo me sigue dando alegrías como la que inesperadamente me he llevado hoy...

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