domingo, 18 de noviembre de 2012

A challenge to the record

Un auténtico desafío es lo que me había planteado como objetivo principal para la 32ª Maratón de Valencia: no sólo rebajar mi anterior marca personal (3h27'18''), sino intentar detener el tiempo por debajo de las 3h20'.

Nunca en mi vida había terminado una carrera larga con buenas sensaciones en Valencia, ni las cuatro veces que había intentado hacer una buena marca en la media maratón, ni las dos veces anteriores que había probado suerte con la maratón. No quería volver a correr en Valencia; estaba convencido que el hecho de conocerme la ciudad como la palma de la mano jugaba un factor determinante en mi cabeza cuando corría largas distancias que condicionaba mucho mi rendimiento, especialmente en el último tercio de las carreras. Pero esta es mi ciudad, y no podía ser que desistiera con una excusa tan absurda en mi intento de terminar ya de una vez por todas una carrera con un buen sabor de boca. 

7934 era el dorsal que me había sido adjudicado, un número para salir a la cola del pelotón, pues en un primer momento la idea no era otra que hacer algo parecido a la maratón de Sydney, es decir, una carrera tranquila por encima de las cuatro horas. Pero las circunstancias hicieron que me decantara por el enésimo intento de superarme en mi tierra, la tercera vez que desafiaría mis límites fisiológicos, el crono y especialmente, esa barrera que tenía en mi cabeza cuando corría en Valencia que no me permitía competir tan bien como entrenaba... 

550km en siete semanas... El período de preparación deportiva más serio y duro de mi vida... Y ha valido la pena, madre mía si ha valido la pena... Lo que en un principio se esperaba que fuese una mañana pasada por agua, ha resultado ser un día perfecto para correr, la gente esta vez sí se ha volcado con la carrera, animando prácticamente por cada rincón de la ciudad, los avituallamientos han sido notablemente mejorados con respecto a otras ediciones, contaba con la experiencia de haber corrido otras tres maratones, experiencia que tenía que saber utilizar a mi favor para que no se repitiesen los errores del pasado, y además de todo ello, mis sensaciones durante toda la mañana han sido fantásticas, sin pensamientos absurdos sobre el recorrido, sino teniendo en todo momento la cabeza concentrada en el ritmo de 4'35''-4'45''/km que me había propuesto llevar, en la nutrición durante la carrera, en los siempre importantes ánimos de la familia, los amigos y los espectadores que hoy me han llevado en volandas durante todo el recorrido...


Estaba muy mentalizado para hacer una buena carrera. Si además añadimos el entrenamiento que he llevado durante mi período de preparación, no era una locura pensar que lo podía conseguir... He tenido un momento crítico en el mismo punto en que allá por el 2010 mis piernas y mi cabeza tiraron la toalla, pero esta vez estaba mucho más preparado... Hoy el muro ha pasado a ser una leyenda. No me he dejado llevar por malas vibraciones. En todo momento he estado dentro de mis tiempos, y eso era lo más importante. El paso por el kilómetro 41, la bajada al río, la meta sobre las aguas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el marcador con un tiempo por debajo de las 3h20' sabiendo que llevaba un desfase de más de dos minutos y medio desde la salida... Lo he conseguido!! No puedo estar más contento. Necesitaba una carrera así en Valencia.

Con un tiempo real de 3h17'12'' doy por cerrado el 2012, un año que empezó de la peor forma posible, con una inesperada lesión que todo apuntaba a muchos meses apartado del deporte, y que termina con la mejora en más de diez minutos de mi anterior mejor marca en una maratón. Ahora llega un merecido período de descanso hasta que en 2013 continúe mi aventura deportiva por los siete continentes.

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