viernes, 3 de junio de 2011

ALEA JACTA EST

Hace aproximadamente tres años daba mis primeros pasos en el mundo del triatlón. Desde entonces, 4 sprints, dos olímpicos y un larga distancia ‘C’ han sido todas las tri-competiciones que llevo en el cuerpo. Hoy estoy a dos días de afrontar el que va a convertirse en el mayor reto deportivo de mi vida, la prueba más exigente del triatlón: un ironman, es decir, 3800 metros de natación, 180 km de bicicleta (con el aliciente de tener más de 2000 metros de desnivel positivo) y, para terminar, una maratón.



En unas pocas horas parto hacia Salou con todo lo necesario para una competición de estas características: un buen entrenamiento, el apoyo de la familia y mucha ilusión.



Han pasado 23 semanas desde que allá por el mes de diciembre empezara la preparación para este triatlón tan especial. Bueno, en realidad el planning que llevaba estaba pensado para el ironman de L’Ampolla, que tendría que haber hecho hace un par de semanas, pero que las circunstancias me obligaron a descartar. Por suerte, solo tres semanas después del Ironcat y prácticamente en la misma zona, este año se organiza la primera edición del Extrememan Salou-Costa Daurada 226.



En todo este tiempo he ido consumiendo semanas y semanas de entrenamiento hasta plantarme a día de hoy con más de 4800 kilómetros de bicicleta, alrededor de 900 kilómetros de carrera a pie y unos 140 kilómetros de natación, repartidos entre un montón de horas de entrenamiento y algunas competiciones, como: la Marjalman (mi primer duatlón), cinco medias maratones (Xativa, Moncada, Palma de Mallorca, Canals y Torrent) o la Marcha Cicloturista 4 Picos Serra Tot Natura, que utilicé como entrenamiento competitivo para comprobar que la preparación en la montaña estaba dando sus frutos.


Como dijo en su día Julio César, ahora si que ya “la suerte está echada”. Yo creo que he entrenado bastante bien para terminar la prueba decentemente. Pasado mañana se verá si es así...

No hay comentarios:

Publicar un comentario